domingo, 24 de mayo de 2015

TRES POEMAS DE TESTAMENTO INVOLUNTARIO 
LIBRO DE POEMAS DE HÉCTOR ABAD FACIOLINCE 


LÓGICA RECIPROCA 



La finca donde yo vivo
es más bonita
que la finca donde vives tú
por que la finca donde vives tú
es más bonita
que la finca donde vivo yo
y desde la finca donde vivo yo
se ve la finca donde vives tú.
Tengo más suerte que tú
porque tú me ves a mí
y yo te veo a ti
y no hay comparación entre tú y yo



ELLA VE TV
(SONETO IMPURO) 


Hastiada de mi cama solitaria
busco en el burdo espejo de la vida
la ilusión que no tengo. Presentida
se asoma una pasión intermediaria
un anhelo de historia subsidiaria
y en la pantalla veo, entretenida
los devaneos de una mantenida
mujer fatal de cara extraordinaria
La trama pasional, si bien ajena,
es un vicario amor adulterino,
vicio sentimental que me serena
Con ella vivo la tormenta, el sino,
la tortura de amar, el cataclismo
y curo al fin mi tentación de abismo



ARS POÉTICA 

Aprendiste un oficio
amable pero inútil
un arte liberal del siglo XVI.
Y ahora lo que importa
es el cambio del dólar,
la fluctuación del yen,
los seguidores en Twitter.
la sociobiología,
y el despertar de la industria
farmacéutica.
Escogiste un oficio imperceptible,
ajeno a este mundo:
un balbuceo inútil de sílabas soñadas
la duda, la amargura, la soledad
de las palabras


HECTOR ABAD FACIOLINCE  (MEDELLÍN 1958)

jueves, 27 de noviembre de 2014

TRES POEMAS DE HERNANDO GUERRA TOVAR.



VUELO 

A Betssabet Lara Acuña 

En las noches el viento orvuelve pájaro
ocupa su nido en la copa del árbol más alto
sueña que es viento
pasea por el bosque con su amada la brisa
en las mañanas canta
se da cuenta que es pájaro

(tomado de El tiempo que nos resta)








LA HORA 

Envejece la piel de la memoria

Los días cruzan raudos
los predios del tiempo

En la primera edad
una brisa de hojas regala fragancias
y un rubor tembloroso
crece desde el verde

Envejece la piel
Los días cruzan raudos

¿Cuándo, Señor, el viento borrara mis pasos?

(Tomado de Tríptico de la luz)


PUERTA 

Por la puerta abierta
alguien entra o sale
o tal vez
es la sombra del que pasa
de quien se aleja.

(Tomado de Tríptico de la luz)


COLOMBIA 1954 


domingo, 19 de octubre de 2014

HECTOR ESCOBAR

IN MEMORIAM

PEREIRA 1941-2014

LO TEMPORAL

No caímos del tiempo. En él estamos.
Solo el morir nos libra de sus redes,
de estas cuatro y altísimas paredes
que nos impiden ver a donde vamos

En el tiempo atrapados nos quedamos
y por mucho que pienses jamás puedes
ni podrás entender, por que concedes
al amor el amor, si a Dios odiamos.

Todo nos contradice y nos apena
por esta soledad que nos condena
a estar en compañía abandonados

No hay salida posible mientras viva
y siga el hombre yendo a la deriva
dentro de estos espacios clausurados


GIROS 

Arquea el amor tu cuerpo hacia el deseo
con su temple vital, intempestivo;
con un fulgor de astro pensativo 
que relumbra al soñarte en su apogeo  
  
Que lúcida te aduerme en el enteo 
mientras te miro yo, meditativo;
fascinado ante el fuego sensitivo 
de tu vientre anunciando el jubileo 

Vuela a tu lado el tiempo justamente 
y al unísono elévase mi miente 
hasta el azul de un goce concentrado 

para luego quedar laxo contigo
bajo un cálido cielo que da abrigo 
a un placer en lo hondo prodigado 






A LA MUERTE

Sombra, ominosa sombra de otra sombra
Muerte de denominan los mortales
¿Cuándo habrán de acabar todos tus males?
¿tanto matar impune, no te asombra?

Tanto escombro que dejas no te escombra.
Son tus nombres sinónimos letales
Muerte, que oyendo estás en los umbrales
del moribundo el ¡ay! con que te nombra

¿Cuándo habrás de extinguirte silenciosa,
íntima muerte,grave, vaporosa,
para enterrarte al fin fuera del mundo?

y así, en tu ruinoso cenotafio
poder grabar este último epitafio
aquí yace la muerte en lo profundo

HECTOR ESCOBAR GUTIERREZ




sábado, 20 de septiembre de 2014

TRES POEMAS DE EDUARD SANAHUJA




Barcelona, España, 1953. Licenciado en Filología Hispánica y en Filología Catalana, es profesor titular del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Barcelona. Ha publicado los libros de poemas El gos del Galiot, Edicions del Mall, Barcelona, 1981; Mirador, Edicions del Mall, Barcelona, 1983; Doble joc, Columna, Barcelona, 1988 (Premio López Picó); En defensa pròpia, Bromera, Alcira, 1994; Compàs d’espera, Alcira, 2006 (Premio Vicent Andrés Estellés 2005); y El llançador d’espases, Lérida, 2013 (Premio Maria Mercè Marçal 2013). Ha traducido al catalán parte de la obra poética de Blaise Cendrars (Prosa del Transsiberià. Edicions 62, Barcelona, 1992) y fue premiado en los Juegos Florales del Ayuntamiento de Barcelona en 1985. Es fundador, con Federico Gallego Ripoll, Concha García y Jordi Virallonga, del Aula de Poesía de Barcelona, desde donde ha organizado múltiples actividades relacionadas con la poesía.



TEORÍA CON LOS DADOS

No hay azar en el libro; sí en la vida.
¿Acaso has elegido la forma de la cuna?
¿Escogiste la lengua de tus padres?
¿Los ojos que te herraban mientras envejecías?
No atiende a razones el azar. Es un iluso
quien piense que ha entendido las cosas 
porque sabe explicarlas.
Puedes describir los pigmentos de las magnolias,
pero nunca los entenderás; 
puedes sumergirte en biografías,
inútilmente: 
las acciones no revelan jamás
el misterio profundo de una vida.
En cambio, en la escritura todo ocupa su sitio
con lógica implacable,
las grafías, las sílabas, las frases,
los élitros brillantes de las sextinas.
Escribir es más seguro que cruzar pasos de cebra.
Lo importante no se escribe. Lo importante es azar,
la causa de la causa impenetrable,
el lugar donde pierde el equilibrio la razón,
allí donde los dados se juegan
el nombre del verdugo.
Poco te queda por hacer. Escoger tal vez 
con máximo cuidado 
el árbol donde tienen que colgarte
y el paisaje deseado, como rúbrica.
No vas a hacerlo en vano:
quien elige la belleza
desafía al azar, se hace más libre.

                     TEORÍA CON EL BESO
Mira.
Todo eso que ahora ves,
la rana de las Seychelles,
el lémur que se asusta cuando se mueve el aire,
los lirios entre cardos,
las mangostas esbeltas,
la rosa del desierto crujiendo en las arenas,
toda esta belleza 
no la creó el amor.
El amor llegó tarde al universo.
Es invento reciente de mujeres y hombres,
una sustancia extraña que en vano proyectamos.
Los universos no saben besar,
igual que las espadas, 
y por eso la vida
es la hermana tonta de la muerte.
El amor nunca será levadura de los astros
ni saciará la sed de las praderas.
No obstante, los humanos se besan
y algunos son virtuosos 
del beso gota a gota.
Yo sé bien qué es el beso,
el último estadio evolutivo del bocado,
un intento de negar
la crueldad voraz de las mandíbulas,
un intento de olvidar
que las bocas también mueren.
Mírame.
Te ruego que me beses.
El beso no nos salvará,
pero nos identifica.

CUANDO ÉRAMOS CAPITANES

Cuando éramos capitanes
era bello el desorden;
y el orden, la rutina,
las manchas oscuras en la frente de un moribundo.
Cuando éramos capitanes
todo era eterno y breve.
En todo estaba el rojo aún por estrenar.
Y yo todavía amaba
con un amor tan nuevo que hacía heridas,
igual que los zapatos blancos de los domingos.






miércoles, 3 de septiembre de 2014

Dos poemas de Johan Valentia



Piel tibia

Tiéndete a mis brazos,
aovíllate en el límite de mi abismo.
Acércate, suavemente
con los ojos somnolientos
y la respiración queda,
tiéndete, envuélveme con tus lianas,
tersas y frías como seda al sereno.
Échame hacia el muro blanco,
que no quede más espacio
que el que hay entre
la añoranza y la esperanza,
entre la luz crepuscular
y el parpadeo de una estrella moribunda
cómo no deslizarme entonces,
cómo no respirar
del polvo del suelo,
de la escama de la piel,
la mota perdida,
entonces divagar,
entre ese sueño difuso
que es la consciencia y el relieve
de los que viven entre sabanas.
Acércate pues,
calienta mi cerviz
con tu aliento de cervatillo,
trénzame con tus poderosas piernas,
amalgama tu irrealidad
con mi fantasía,
me deslizo,
la fría pared sostiene mi frente,
me deslizo,
un vórtice insondable
me succiona
con placentera lentitud.


Fragancia amante

El amor: esa daga de doble hoja,
que te quita el aliento
 y te lo devuelve
en labios ajenos.
¡Qué trampa tan primorosa!
Tejes tu urdimbre
como canastillo
para atrapar ratones,
dóciles entran ellos,
la abertura fácil y descuidada,
pero no sales jamás,
y mi piel seca
se convierte en testimonio mudo
de tus elaboradas armas.
Me amas
cualesquier día de primavera
para dejarme morir
en los ocasos otoñales,
juegas sobre esa delgada cornisa,
me invitas insolente
a ser partícipe de tus cabriolas,
pero te reconoces hábil y embustera,
qué soy yo  entonces
sino un alienado
por la fragancia de tu pecho,
un ciego triste
que ha dejado el trágico resplandor de tu piel,
y si sólo me dejaras beber de tu voz,
por una noche más,
cruzaría este desierto nocturno
colmado de abatidos reptiles
y calaveras tan pálidas
que solo provocan enturbiar los ojos,
cruzaría insensato,
con ganas de abocarme
a un nuevo manantial,
para luego,
en brevísimos pasos,
devolver mi loca carrera
y buscar el temblor de tus fibras,
las frondas de tus labios,
la puntiaguda y filosa
nota de tu canto.
Me acercaré entonces
como perro apaleado,
buscando lamer
la punta de sus dedos,
que me son ofrecidos
con ingenua maldad,
suplicar tácitamente,
por la prolongación de ese filo
que se vuelve a hendir
que te atraviesa el alma
y te lleva a los mismos dolores de parto,
las hebras de cabello
entre las manos
dispuestas a ser arrancadas.
Y el alma mía,
herida y humillada,
dispuesta a dejarse amar,
con ese amor torpe que me das,
ese amor cándido y atropellado,
pero amor tuyo al fin y al cabo,
quién soy entonces
para decirte que así no se ama,
quién soy para imperar
 en tu fuero misterioso,
sustentar tus razones
 y dirimir en tus apuestas,
ámame entonces,
sacia mi lengua
con tus húmedos manantiales,
devuelve calidez
a mi sepulcral piel de extraviado,
orquesta los pasos de mi corazón,
ejecuta magistral
esta bella tragedia llamada amor.


 JOHAN VALENTIA 

domingo, 27 de julio de 2014

NICOLÁS SUESCÚN


(Bogotá 1937)Podría decirse que es un poeta,  que linda entre un intelectualismo de vanguardia  y un vindicador de esos hombres de la calle anónimos y trashumantes. 









INFANCIA

El mar inmenso, azul,
profunda tumba de piratas y tesoros, 
estaba allá muy lejos, 
detrás de las montañas.
Era una ausencia. 
Los ríos, también, eran grandes ausentes. 
Sus aguas, bajo la tierra, 
corrían espesas y oscuras, 
arrastrando desperdicios. 
Y la belleza también se escondía.
Rara vez salía a la calle. 
A veces se asomaba con el sol en el patio
o en los ojos del gato. 
Y los viajes tenían que ser imaginarios, 
pobres ensueños tibios en los fríos rincones
donde empezaban los caminos. 
Así que todo viaje era un proyecto, 
todo secreto, 
un viaje secreto, inconfesable.
Y los potreros donde jugaba fútbol
se iban llenando de casas. 
Había que caminar mucho
para llegar donde no hubiera extraños. 
El camino de la escuela a la casa:
ese simulacro de la Odisea. 


UNA BEATA 

Lenta, sofocada, se da contra los muros,
se para aquí y allá para tomar aliento. 
Dos cuadras le llevan una hora
del cuartucho a la iglesia,
más de una hora se le va en dos cuadras
de la iglesia al cuartucho. 
Entre santos de papel y santos de argamasa
balbucea plegarias, practica la Esperanza
y el Espíritu Santo la consuela,
el Sagrado Corazón le guía los pasos,
la Santísima Virgen intercede por ella
y el mismo Jesús lindo a veces la visita. 

JAMÁS TANTOS MUERTOS 

Jamás tantos muertos 
rondaron la casa de los vivos, 
jamás tantos vivos
habitaron la casa de los muertos. 
Nunca se oyeron tantas voces, 
nunca tanto silencio, 
nunca se fue al traste tanta cosa, 
se pudo más y se hizo menos. 
Siempre es que hemos vivido tanto tiempo
que uno ya se pregunta qué sería de la tierra
sin el peso gravoso de los hombres, 
y qué sería de los hombres sin la tierra. 
Ahora son las diez de un martes o de un muerto
y mi sangre corre, corre la de los vivos
a dieta de sopas de sangre de sabores diversos, 
y huesos enlatados, cadáveres en polvo, 
todo el corpus delicti de la A a la Z. 

domingo, 6 de julio de 2014

RELOJ

Es quizá la contra parte a Eduardo López Jaramillo, y sin duda, uno de los mas grandes poetas pereiranos. 


Un día
a las seis de la tarde
estaré muriendo
lo que nunca he vivido

A las siete
Dios estará tan lejos
que sera una estampita olvidada en la infancia

A las ocho
la felicidad será olvido
y buscaré sus caminos en el vino

A las nueve
tu pasarás descalza por mi sangre
y no compartirás conmigo el silencio de tus pasos

A las diez
no habrá nadie que recoja
lo que queda de mí

A las once
me quedará grande
la soledad

A las doce
me daré de cuenta que yo no tengo la culpa
de la belleza del mundo

Entonces
no tendré fuerzas
para ver amanecer sobre las lilas

LUIS FERNANDO MEJÌA (1941)